Enfundó su espada con un ágil movimiento y continuó su camino por el pedregoso sendero. Su porte era esbelto y fuerte, su semblante frío e inmutable y su armadura lucía tan resplandeciente como la primera vez que la había usado.
Corrían tiempos oscuros y peligrosos, mas él no sentía miedo, su destino había sido escrito incluso antes de que el mundo fuese creado. Cada paso que daba, cada estocada que lanzaba, todo en su pequeña y servil existencia estaba siendo controlado por un ser superior al que sentía real. Era incluso más real que su propia vida. Aquella insulsa y patética vida que se repetía una y otra vez.
En el mejor de los casos podía aspirar a una victoria vacía que lo catapultaría por enésima vez al principio de los tiempos. En el peor, a una dolorosa muerte que lo llevaría al mismo lugar y así, permanecería atrapado en un ciclo infinito hasta que un videojuego mejor lo sumerja en el olvido.
AUTORA: ALEJANDRA ABRAHAM
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